Con 120 votos a favor, en la sesión 516, ayer el pleno de la Asamblea Nacional aprobó en segundo debate el proyecto de reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), marcando un hito histórico en la educación superior del país.
Fue un amplio debate en el que los legisladores expusieron sus criterios en torno a cómo la normativa apuntalará el sistema de educación superior del país y contribuirá a democratizar su acceso.
Previo al tratamiento legislativo, Augusto Barrera, secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación; Catalina Vélez, presidenta del Consejo de Educación Superior; Gabriel Galarza, presidente del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior; además, asambleístas y la presidenta de la Comisión de Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología de la Asamblea (e) brindaron una rueda de prensa en la que expusieron la importancia de las reformas.
Augusto Barrera resaltó la articulación entre todos los actores del sistema de educación superior para formular “una propuesta consensuada, que recoja los diversos criterios y opiniones, desde todos los sectores. Ha sido un arduo trabajo, pero hoy vemos los resultados”.
En su intervención, el Secretario de Estado expuso cómo la LOES ampliará las oportunidades de acceso a la educación superior, por medio del fortalecimiento de la formación técnica y tecnológica, propuesta que ya está en marcha y cuenta con una inversión que supera los 260 millones de dólares.
Con la aprobación de la LOES, la educación técnica y tecnológica será considerada de tercer nivel y quienes cursen una carrera de este tipo podrán, si lo desean, posteriormente, continuar su formación en una universidad de su interés o acceder a maestrías técnicas y tecnológicas.
Así también, el titular de la Senescyt dijo que la normativa propuesta garantiza a las universidades la autonomía responsable, un derecho que no solo implica libertad para investigar, sino también genera condiciones que posibilite la autogestión de recursos. “Incorpora y democratiza el acceso, pero sin perder la calidad”.
La nueva LOES constribuirá a consolidar la estructura de todo el sistema y a fortalecer el aseguramiento de la calidad, además, los organismos de control dejarán “de ser la Policía del sistema y nos convertiremos en actores que acompañen a cada universidad. Entendemos que el proceso de mejora es un esfuerzo conjunto”.
A decir de Silvia Salgado, presidenta de la Comisión de Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología de la Asamblea, hoy es un día importante para el país. “No solo es la aprobación de una ley más, sino es reflexionar sobre lo que es la educación en función de lo que implica: una forma de consolidar el desarrollo personal, de garantizar una mejor calidad de vida.
En el marco de la democratización del sistema de educación superior, Salgado expuso el incremento de la representación estudiantil en las universidades, del 25 % al 35 %. “Esto es democratizar, es ampliar las oportunidades de acceder a una educación de calidad”.
En cuanto a la categorización de las universidades, la asambleísta dijo que no será eliminada, pero sí se modificará su enfoque. Y en lugar de tener universidades tipo A, B o C “buscaremos, de forma mancomunada, tener universidades de categoría A”.
Reformas
Las reformas a la LOES tienen como ejes principales la autonomía responsable, la democratización y la calidad de la educación; además, se incorpora la necesidad de que todas las universidades sean de docencia y de investigación.
El financiamiento y asignación de recursos es otro de los planteamientos de las reformas a la LOES. Ahí se señala que los recursos que se facilitan para institutos técnicos y tecnológicos deben ser diferentes y adicionales al Fopedeupo; se plantea, además, que las instituciones de educación superior tengan un régimen específico de compras públicas.
En el caso de universidades particulares, se proponen mecanismos para transparentar el Consejo Regente, trabajando en temas de paridad de género, igualdad de oportunidades.
En la LOES se formulan, además, nuevos criterios para el proceso de admisión, manteniendo el principio de meritocracia, en donde a más del examen se tomará en cuenta el récord académico del estudiante y un conjunto de elementos que permitan una mejor valoración; asimismo, siguiendo el principio de inclusión, se ha solicitado a las universidades modificar y ampliar los criterios de asignación de becas.
La Ley reformatoria a la Ley Orgánica de Educación Superior (Loes) está ya publicada en el Registro Oficial No. 297, Suplemento de 2 de agosto 2018. Los cambios están orientados a fortalecer el sistema y democratizar el acceso de los jóvenes bachilleres a las universidades, en igualdad de oportunidades, con calidad y pertinencia.
Antecedentes
El 15 de mayo se aprobó, en segundo debate, la propuesta en el Pleno de la Asamblea Nacional y el Presidente de la República impuso un veto parcial, con 27 observaciones, mismo que la Legislatura lo resolvió el jueves 12 de julio.
Objetivos
El examen no será el único requisito para ingresar a los centros de educación superior, pues también se considerará el expediente académico, la situación socioeconómica del aspirante e inclusive su procedencia.
Los institutos superiores técnicos, tecnológicos, pedagógicos, de artes y los conservatorios superiores, tanto públicos, cuanto particulares, debidamente evaluados y acreditados, podrán tener esta condición previo cumplimiento de determinados requisitos. Este nivel de formación se orienta al desarrollo de las habilidades y destrezas relacionadas con procesos productivos y de desarrollo de bienes y servicios que permitan la aplicación, adaptación, innovación y desarrollo tecnológico.
Se garantiza la posibilidad de acceder a formación especifica al campo de acción del nivel tecnológico en cuarto nivel.
Establece la creación de dos universidades, una en Santo Domingo de los Tsáchilas y la reactivación de la Universidad Intercultural de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas Amawtay Wasy como institución pública y su incorporación en el sistema de educación superior.
Las instituciones de educación superior (IES) serán acreditadas eliminando su categorización, por tanto, podrán certificarse con parámetros internacionales, de manera opcional.
Los cambios refuerzan la autonomía universitaria; mayor participación de los estudiantes y profesores en la toma de decisiones como la designación del rector o las autoridades internas; garantizan los recursos de autogestión de las IES, su disponibilidad y uso autónomo en las cuentas individuales; un régimen específico de compras públicas; y, se robustece el proceso de investigación.
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